miércoles, 28 de septiembre de 2011

ARTE GOTICO

Gótico Flamenco
Dentro de la pintura flamenca existen varias escuelas: la italianista y la reaccionaria durante los siglos XV al XVI, y la naturalista o colorista de la Escuela de Amberes del siglo XVII.
Las dos primeras hacen referencia a la pintura de los Países Bajos que surgió dentro del Renacimiento Europeo. Estaban formadas por un conjunto de artistas relativamente aislados de la revolución del Renacimiento y algunos, como la escuela reaccionaria, contrarios a influencias italianizantes.
Aún conservaban rasgos del estilo gótico, técnicos, como el uso de la tabla en lugar del lienzo, y temáticos, sobre todo religiosos y espirituales. Sin embargo, su habilidad detallista e intereses les impulsaron a investigar y a descubrir de forma empírica la perspectiva, a perfeccionar la técnica del retrato al que dotaron de gran profundidad psicológica y a reivindicar el paisaje como tema pictórico.
Su concepción medieval del artista como artesano evitó que muchos de estos pintores fueran conocidos puesto que bastantes no firmaban sus obras hasta bien avanzado el siglo XVI. Tampoco se entregaron demasiado a la reflexión sobre su arte por lo que son escasas las biografías y los tratados sobre sus técnicas, aunque alguno nos ha llegado.De la pintura flamenca se pueden observar obras maravillosas en España, ya que sus reyes fueron admiradores de su pintura. Destacan por su importancia los depósitos del Museo del Prado, como por ejemplo el retablo del Descendimiento de Van der Weyden.


Características técnicas
La pintura flamenca carece de precedentes en gran formato, a excepción de las vidrieras. Pero sí en las miniaturas, sobre las cuales posee una larga tradición de excepcional calidad. Esto determinará algunas características del arte flamenco, como serán el empleo de colores brillantes, que recuerdan a los pigmentos usados para la iluminación de las miniaturas. También el detallismo aplicado a estas pequeñas obras maestras se transmite a la pintura de gran formato. Este rasgo lo permite en gran medida el avance técnico que sobre el óleo que ya existía, pero tenía un proceso de secado tan lento que no lo hacía demasiado útil.
Los pintores flamencos del s. XV no inventaron la técnica al óleo, pero si se encargaron de aplicarla sistemáticamente, contribuyendo a su consolidación y difusión durante el siglo XV y XVI. Utilizaban tintas fluidas y transparentes, aplicadas por medio de veladuras para obtener las luces, para sombrear delicadamente, o para matizar el color del fondo.
Los flamencos usaban una técnica mixta de temple y óleo. Una primera capa, normalmente al temple, se usaba para definir el dibujo y el modelado con sus luces y una ligera indicación del color. La siguiente capa, al óleo, servía para que el artista se dedicase exclusivamente a la representación del efecto cromático.
Conservaron como soporte, sin embargo, la tabla, que había sido el más importante durante la Baja Edad Media, a pesar de que en Venecia ya se estaba empezando a generalizar el uso del lienzo. Esto es indicativo de lo íntimamente unidos que estaban los conceptos de artista y artesano aún en aquella época.

Pintores representativos
En los siglos anteriores, tuvieron como predecesores al maestro Broederlam, y a los Hermanos Limburgo "Limbourg".
Los principales pintores flamencos de los siglos XV y XVI fueron:
Jan Van Eyck y su hermano
El Bosco
Pieter Brueghel el Viejo
Roger van der Weyden
Descendimiento de la cruz (Roger van der Weyden), h. 1436.
Hugo van der Goes
Hans Memling
Petrus Christus
Dieric Bouts
Filips van Goede
Jacques Daret
Pieter Brueghel
Ambrosius Benson
Pieter Coecke
En la segunda mitad del siglo XV, el estilo flamenco se difunde por Europa:
Francia:
Jean Fouquet
Enguerrand Quarton
Nicolas Froment
Maestro de Moulins
Alemania:
Konrad Witz
Martin Schongauer
Hans Holbein el Viejo
Michael Wolgemut
Portugal: Nuno Gonçalves
España
Corona de Aragón: Luis Dalmau, Jaime Huguet, Jaime Vergós, Rafael Vergós, Pablo Vergós, Jacomart, Joan Reixac, Bertomeu Baró, Pere Nisart, Bartolomé Bermejo
Corona de Castilla: Jorge Inglés, Maestro de Sopetrán, Juan de Segovia, Sancho de Zamora, Maestro de los Reyes Católicos, Fernando Gallego, Juan Sánchez de Castro.

Gótico Holandés
En Holanda, el arte gótico se introdujo partiendo de un centro de Flandes, la ciudad de Tournai. La catedral de esta ciudad es monumento importante del estilo románico, pero en la misma localidad hay cuatro iglesias más, genuinamente francesas, construidas en el siglo XIII. El edificio llamado Sala de los Caballeros, en el Binnenhof de La Haya, es el mejor monumento gótico de arquitectura civil en Holanda. Tanto en Bélgica como en Holanda abundan las casas particulares de estilo gótico; en muchas ciudades, ciertas calles se hallan aún como en la Edad Media. Así, por ejemplo, el famoso Grasslei o Muelle de la hierba de Gante (en el que aún se conserva una fachada del siglo XII, junto a otras del XIV y del XV), la plaza central de Delft, y el Kornmarkt o Grand Tlace de Bruselas cuyas fachadas fueron, sin embargo, casi todas renovadas a consecuencia del bombardeo de 1695.
Brujas, actualmente solitaria y silenciosa, se conserva como una ciudad momificada. Fue un centro de actividad comercial extraordinaria a mediados del siglo XV, y sus ricos mercaderes fueron verdaderos mecenas de las artes. Así, Brujas fue un verdadero núcleo de formación y expansión del estilo del Renacimiento para los países del centro y el norte de Europa. Sus calles tienen aún largas series de casas con fachadas góticas, del tipo tradicional de los Países Bajos, rematando en un piñón escalonado.
Los cuadros de los pintores de la época dan idea del confortable y lujoso interior de aquellas casas de los mercaderes flamencos, con los elegantes muebles, ricas alfombras y tapices orientales que alhajaban sus habitaciones, decoradas de arrimaderos góticos y sobriamente iluminadas por ventanales de vidrios de colores.


Características técnicas
La característica más evidente del arte gótico es un naturalismo cada vez mayor, frente a las simplificadas e idealizadas representaciones del románico. Se considera que esta característica surge por vez primera en la obra de los artistas italianos de finales del siglo XIII, y que marcó el estilo dominante en la pintura europea hasta el final del siglo XV. La pintura gótica se aproxima a la imitación a la naturaleza que será el ideal del renacimiento, incluyendo la representación de paisajes, no obstante, sigue siendo poco usual. Se desprende de los convencionalismos y amaneramientos bizantinos y románicos, pero no toma como ideal de belleza el arte griego ni romano antiguo. Por lo mismo, aunque dicha pintura es un verdadero renacimiento, se distingue de la propiamente llamada del Renacimiento clásico en que no cifra, como ésta, su perfección en la belleza de las formas exteriores (que, aun sin descuidarlas, resultan, a veces, algo incorrectas en la pintura gótica) sino, sobre todo, en la expresión de la idea religiosa y en dar a las figuras cierto sabor místico y eminentemente cristiano. A pesar de ello, también ha de decirse que es en este momento en el que comienza la pintura profana, esto es, la pintura en que los temas ya no son siempre religiosos.


Patética expresión de dolor en uno de los ángeles del Llanto sobre el cuerpo de Cristo, pintura mural realizada por Giotto (h. 1266-1337) en la Capilla de los Scrovegni de Padua.
En el gótico, en correspondencia con las nuevas tendencias filosóficas y religiosas (recuperación de la filosofía de Aristóteles a través del averroísmo, humanismo de San Francisco de Asís) se tendió a aproximar la representación de los personajes religiosos (los santos, los ángeles, la Virgen María, Cristo) en un plano más humano que divino, dejándoles demostrar emociones y sentimientos (placer, dolor, ternura, enojo), rompiendo el hieratismo y formalismo románico. El artista gótico busca su inspiración en la vida. Hay mucho sentimiento en las obras góticas. Paralelamente, la cultura burguesa demanda una nueva elegancia dentro del arte. Hay más detalles narrativos, más frescura, color, luminosidad,... que se logran con técnicas más refinadas.
En el principio del periodo gótico, el arte se producía principalmente con fines religiosos. Muchas pinturas eran recursos didácticos que hacían el cristianismo visible para una población analfabeta; otras eran expuestas como iconos, para intensificar la contemplación y las oraciones. Los primeros maestros del gótico conservaban la memoria de la tradición bizantina, pero también crearon figuras persuasivas, con perspectiva. En efecto, se produjeron lentos avances en el uso de la perspectiva y de otras cuestiones técnicas en pintura en cuanto al tratamiento de los soportes (que permiten la mayor difusión de un arte mobiliar), los pigmentos y los aglutinantes.

Gerard David (1460-1523)
Nació en Oudewater, Holanda. Pintor de motivos religiosos que goza de gran maestría para retratar las figuras y el paisaje del entorno. Pintaba óleo sobre madera. Su estilo es gótico tardío de Europa del norte. David configura en sus obras un estilo particular que denota la descendencia que tiene de grandes artistas anteriores, como Van der Goes y Van Eyck, como también de algunos de sus contemporáneos: Memling y Van der Weyden.

 

Díptico: La Crucifixión y el Juicio Final



Análisis Contextual: Es una pintura religiosa realizada en los años 1430, si bien actualmente está traspasado a lienzo.
Análisis Ideológico: Esta obra tendencia ideológica Religiosa, cuenta los hechos de la crucifixión  de Jesucristo
Análisis del Autor: Jan van Eyck pertenecía a una familia de pintores. A menudo se ha relacionado con el pintor Hubert van Eyck, al que se considera su hermano, debido a que se cree que ambos provenían de la misma ciudad, Maaseik. En documentos de la corte borgoñona se menciona a otro hermano, Lambert van Eyck y se tiene la teoría de que pudo haber sido pintor y también que fue quien supervisó el cierre del taller de Jan van Eyck en Brujas.1 Otro pintor significativo, y bastante más joven, que trabajó en el sur de Francia, Barthélemy van Eyck, se cree que era un pariente.
Se desconoce la fecha del nacimiento de Van Eyck. Una tradición que se remonta a Lucas de Heere (1559) y Marcus Van Vaernewijck (1568) fija el lugar de nacimiento de Jan van Eyck en Maaseik, cerca de Mastrique, en la provincia de Limburgo, a orillas del río Mosa y perteneciente a la diócesis de Lieja. Nada se sabe de su formación como artista, ni siquiera si fue en Francia o en su tierra natal. Probablemente su formación fue en el campo de la miniatura, de la cual aprendió el amor por los detalles diminutos y por la técnica refinada, que se refleja incluso en las obras pictóricas. Se ha apuntado la posibilidad de que se formase en París, pero lo cierto es que no hay pruebas que lo acrediten.
El documento más antiguo que existe de él es de la corte de Juan de Baviera, príncipe-obispo de Lieja, conde de Holanda y de Zelandia, en La Haya, donde se hicieron pagos a Jan van Eyck entre octubre de 1422 y septiembre de 1424 como pintor de corte,2 con el rango cortesano de ayuda de cámara, y primero uno y luego dos asistentes.3 Esto sugiere una fecha de nacimiento de 1395, como muy tarde, y de hecho posiblemente antes. La edad que aparenta en su probable autorretrato sugiere a la mayor parte de los estudiosos una fecha más temprana que 1395.4


Recuperación de la Cruz por santa Helena, iluminación atribuida al «maestro G», del Libro de Horas de Turín.
Sus primeros pasos se dieron en el mundo de la miniatura, en la época dominada por la tradición tardogótica francesa. De este primer período sólo quedan las miniaturas en el Libro de Horas de Turín. Su datación y comitente no queda claro. Se ha apuntado la posibilidad de que lo encargara el duque Guillermo IV de Baviera antes de 1417. Sin embargo, generalmente se entiende que fueron ejecutadas en La Haya para el conde de Holanda, Juan de Baviera entre 1422 y 1424. La mayor parte de estas fueron destruidas por el fuego en 1904, aunque existen fotografías, pero otra parte del manuscrito se conserva en el Museo civico d'arte antica de Turín. En los mejores folios del libro miniado, atribuidos por Huelin de Loos al «maestro G» (posiblemente, Jan van Eyck) las figuras son ya plenamente integradas en un espacio realista, con una luz que unifica la representación y delinea con gran precisión y detalles diminutos de la sala y de las ocupaciones de los personajes. Queda claro que Van Eyck se planteaba, como Masaccio, el problema de la realidad: pero mientras el italiano hacía una síntesis que acogía la sola esencia de las cosas, preocupándose de colocarla en un espacio prospectivamente unitario y racional, el flamenco procedía en lugar de ello analizando con lucidez y atención los singulares objetos como se presentan ante nuestros sentidos.
Tendencia de la obra: Esta obra tiene una tendencia Gótica Flamenca, Con frecuencia nos referimos a esta pintura con la expresión “Primitivos flamencos”, dando a entender que se trata de un arte que no ha alcanzado su plenitud, que es torpe, ingenuo, etc. Este término surgió cuando se tomó como punto de referencia el arte del Renacimiento, y se tomaba la Edad Media como una época de tinieblas.

Análisis sensorial: Esta obra  expresa  el lado derecho el juicio final y a Jesús  rodeado de ángeles rodeado de mucha gente en el lado izquierdo se muestra a  Jesús crucificado con mucha gente a su alrededor lamentándose también tienen escritos bíblicos a los  lados

El carro de heno




Análisis Contextual: La datación tradicional lo sitúa entre 1500 y 1502.
Análisis Ideológico: Esta obra tendencia ideológica  religiosa, está basado en un texto del profeta Isaías
Análisis del Autor: Jeroen Anthoniszoon van Aeken, conocido como El Bosco o Jerónimo Bosch (Bolduque, h. 1450 - agosto de 1516) fue un pintor neerlandés.
La protagonista de sus cuadros es la humanidad que incurre en el pecado y es condenada al infierno; la única vía que parece sugerir el artista para redimirse se encuentra en las tablas con vidas de santos, a través de la imitación de sus vidas dedicadas a la meditación, aunque estén rodeados por el mal. Ejemplo son las tablas con la Pasión de Cristo a través de la meditación sobre las penas sufridas por Cristo, para rescatar al género humano del pecado universal. En los últimos años de su actividad, su estilo cambia pintando cuadros con un menor número de figuras pero de mayor tamaño que parecen sobresalir del cuadro y acercarse al observador.
El Bosco no fechó ninguno de sus cuadros y sólo firmó algunos. El rey Felipe II de España compró muchas de sus obras después de la muerte del pintor; como resultado, el Museo del Prado de Madrid posee hoy en día varias de sus obras más famosas.
Tendencia de la obra: Esta obra tiene una tendencia Gótica Holandesa, En Holanda aunque en un principio el gótico es menos abundante, irá tomando poco a poco carta de nacionalidad y producirá bellos ejemplos llenos de delicadeza.
Análisis sensorial: Esta obra cuenta una diferente historia en cada una de sus partes  el vendedor de una de sus lados representa los caminos duros de la vida muchos críticos de arte piensan que el artista lo pinto así por su propia vivencia, en otro de sus lados representa Adán y a Eva En el ala de la derecha presenta el infierno y el castigo de los pecados. El infierno se representa como una ciudad incandescente, con diablos dedicados a la construcción de una torre

Tríptico de los siete sacramentos









Análisis Contextual: Es un tríptico pintado al óleo sobre tabla, pintado en el período 1445-1450,
Análisis Ideológico: Esta obra tendencia ideológica  religiosa, está basado en los siete sacramentos
Análisis del Autor: Fue contemporáneo de Jan van Eyck, aunque no llegaron a conocerse. Nombrado maestro en Tournai en 1432, en 1435 se instaló en Bruselas, que se convirtió en su residencia habitual. Allí creó un taller y fue nombrado pintor oficial de esa ciudad (1436).Retrato de una dama, 1460, Galería Nacional de Arte de Washington. Óleo sobre tabla, 34 x 25,5 cm.
Estuvo en Italia para ganar el jubileo de 1450, y allí conoció las obras del pintor Gentile da Fabriano. Estuvo en Roma y parece que también en Ferrara.Rogier de le Pasture influyó en prácticamente todos los artistas de su entorno, tales como Hugo van der Goes, Hans Memling, Petrus Christus, Dirk Bouts y Gérard David. Su hijo Pierre también fue pintor, aunque no tan destacado.
Sus únicas obras firmadas eran los cuatro paneles dedicados a la justicia que estaban en la Sala dorada del ayuntamiento de Bruselas y que se perdieron en los bombardeos de 1945. En Berna hay unos tapices que son reproducciones de ellos.Así pues, realmente, no se conserva nada suyo firmado, y sus figuras tuvieron tanto éxito que fueron muy reproducidas. Aun así, las atribuciones son muy poco cuestionables.
Estilo y temas
Se distingue tanto por la interpretación de temas religiosos (patéticos y marianos) como por sus notables retratos. Pinta al óleo sobre madera, en panel único, dípticos o polípticos. En sus primeras obras, su estilo es marcadamente gótico: hierático, y realiza fondos dorados. Posteriormente evoluciona hacia líneas sinuosas y fluidas en cuerpos y en drapeados. Sus personajes presentan un marcado corte realista.
Tendencia de la obra: Esta obra tiene una tendencia Gótica Flamenca, Con frecuencia nos referimos a esta pintura con la expresión “Primitivos flamencos”, dando a entender que se trata de un arte que no ha alcanzado su plenitud, que es torpe, ingenuo, etc. Este término surgió cuando se tomó como punto de referencia el arte del Renacimiento, y se tomaba la Edad Media como una época de tinieblas.

Análisis sensorial: Rogier van der Weyden describe en su tríptico los siete sacramentos de la Iglesia Católica. En el panel de la izquierda se encuentran el bautismo, la confirmación y la Confesión. El panel del centro está dominado por una escena de Crucifixión, posiblemente la única contribución original de Roger a esta pintura, ya que las demás partes fueron ejecutados por su taller. Debajo de la cruz se encuentran, a un lado, el apóstol san Juan sosteniendo a la Virgen María desfallecida en sus brazos. A la derecha de esta tabla central se encuentran las dos afligidas Marías: María Magdalena y María Salomé. En el fondo de esta tabla central se puede ver el sacramento de la Eucaristía. El orden sacerdotal, el matrimonio y la extremaunción se muestran en el ala derecha. Cerca de los Sacramentos se encuentran ángeles mostrando rollos. Aparecen con distintos colores, en una gradación que va desde el blanco del bautismo al negro de la extremaunción: el blanco de la inocencia sobre el bautismo; el amarillo que simboliza el fuego del Espíritu Santo sobre la confirmación; el rojo de la contrición por encima de la confesión; el marrón violáceo por encima de la ordenación sacerdotal; el azul de la fidelidad sobrevuela el matrimonio y finalmente el negro del luto por encima de la extremaunción.

Tríptico portinari









Análisis Contextual: Está realizado sobre tabla, y fue pintado en Brujas entre 1476 y 1478.
Análisis Ideológico: Esta obra tendencia ideológica  religiosa, está basado en los siete sacramentos
Análisis del Autor: Nacido en Gante, es poco lo que se sabe sobre su vida. Entró en la guilda o gremio de artistas en 1467. Las primeras informaciones ciertas sobre este pintor lo sitúan en los años 1460 en Brujas donde colabora con la decoración en las fiestas en honor de las bodas del duque de Borgoña, Carlos el Temerario. Más tarde fue elegido decano del gremio, desempeñando este cargo desde 1473–4 al 18 de agosto de 1475. Ya en vida gozó de amplia fama, teniendo encargos tanto de los burgueses como de la aristocracia. Estuvo igualmente empleado por el gobierno de la ciudad como pintor de gonfalones, estandartes y otras pinturas temporales necesarias para las ceremonias de la época.
Al sufrir enfermedad mental, se retiró como hermano lego al monasterio Rodeklooster (Claustro Rojo), cerca de Bruselas alrededor de 1478 con la esperanza de que, viviendo en un monasterio, se recobraría de su depresión. No interrumpió completamente su actividad, pues es por esta época cuando realizó su Muerte de la Virgen, donde se transparenta una tensión dramática más aguda, traducida por la irrefrenable animación expresiva de los personajes. Van der Goes intentó suicidarse en 1480, y murió dos años más tarde.
En su obra acusa la influencia de autores como Jan Van Eyck y Roger van der Weyden que habían logrado representar con solvencia el cuerpo humano y el acabado realista en el detalle. Posteriormente conoce sin duda algunas obras italianas contemporáneas, y este contacto influye sobre él, en el sentido de acabar en una ordenación más monumental del espacio. Es un pintor que se esfuerza por romper con los modelos creados, aumentando la expresividad de los gestos y la fisonomía, no descartando representar lo que pueda ser desagradable.....
Tendencia de la obra: Esta obra tiene una tendencia Gótica Flamenca, Con frecuencia nos referimos a esta pintura con la expresión “Primitivos flamencos”, dando a entender que se trata de un arte que no ha alcanzado su plenitud, que es torpe, ingenuo, etc. Este término surgió cuando se tomó como punto de referencia el arte del Renacimiento, y se tomaba la Edad Media como una época de tinieblas.

Análisis sensorial: Es una obra de grandes dimensiones, que resultan insólitas para la pintura de la época. Este tamaño le permitió dar rienda suelta a su inquietud por el espacio, la perspectiva y las relaciones entre personajes.
La tabla central del Tríptico se dedica a la Adoración de los pastores. La figura central es la de la Virgen María, con rostro de suave expresión, vestida de azul, que adora a Jesús que acaba de nacer. El niño está desnudo, en el suelo. La escena se refleja según el relato de las Revelaciones de Santa Brígida de Suecia, con las adoraciones simultáneas de la Virgen, los pastores y los magos.


Las dos alas laterales del Tríptico.
En primer plano, un bodegón de flores: un jarro de cerámica azul y blanca de reflejo metálico, sin duda de Manises, y otro de cristal, con flores. A su lado, los ángeles. A su alrededor, los pastores son representados como campesinos, con rostros más realistas y ropas severas. Igualmente, se presenta un paisaje típicamente invernal.En cuanto a las alas laterales, se representa a los comitentes de la obra. En el ala izquierda del retablo está representado Portinari y sus hijos Antonio y Pigello, con los santos Antonio y Tomás; el paisaje del fondo representa el viaje a Belén de José y María. El ala de la derecha muestra a la esposa, María Portinari, con sus hijas, y las santas Margarita y María Magdalena; en el paisaje del fondo se distinguen las figuras de los Reyes Magos aproximándose al portal.En el exterior de las puertas está representada una Anunciación pintada en grisalla.





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